EL MUNDO COMO LESBIANA: PILOTO
Mi nombre es Luisa, tengo 30 años y trabajo en servicios sociales
* Voz en off: ¿desde cuando sabes que te gustan las mujeres?
- Desde siempre supongo…
* Voz en off: ¿Podrías ser más concreta? ¿algún amor o
momento de tu vida?
- Sí claro… recuerdo que tendría unos 7 años… ella se
llamaba Claudia tenía ocho… tenía un piano de juguete en la mano y mientras
jugaba con él no podía parar de mirar su piel oscura, casi negra… era la chica
más bonita que había visto
* Voz en off: ¿Qué ocurrió?
- A esa edad no entendía que era el amor… tampoco sabía que
se pudiera amar a alguien del mismo sexo… ella era mi mejor amiga… quería estar
todo el tiempo con ella y si jugaba con otra que no fuera yo me ponía a llorar…
Tuve un noviete si así lo podemos llamar a esa edad… un día salí al patio y los
vi a los dos juntos dándose un beso… rompí a llorar desconsoladamente, como si
fuera el fín del mundo… Claudia vino corriendo y me pidió perdón, me dijo que
él no le gustaba y que era mi novio no el de ella… En realidad no lloraba
porque le hubiera besado a él sino
porque no me pudiese besar a mí… ahí me di cuenta de que quería que fuese mi
novia y no sabía porqué eso no podía ser… no estaba bien
* Voz en off: ¿ A que edad descubres que eres lesbiana y que
no es algo que esté mal?
- ¿lesbiana? No descubrí que era lesbiana… simplemente sabía
que me gustaban las mujeres… en mi adolescencia eso fue un caos para mí… si en
teoría me gustaban los hombres porque era lo que había aprendido… cómo podía
ser que también me gustasen las mujeres… el concepto de bisexualidad era
demasiado confuso y difícil de entender… no me gustaba… no podía asimilarlo…
así que me puse a la búsqueda de mi identidad sexual
* Voz en off: ¿ Cómo hiciste eso?
- Pedirle a una amiga que te diera un beso para saberlo era
muy arriesgado y tampoco conocía a nadie que le pasase lo mismo que a mí así
que recurrí a un chat de lesbianas. Abro una conversación al azar y comienzo a
hablar con una chica… le expongo mi caso y me comenta que ella está igual, que
no sabe lo que le pasa… hablamos durante horas y cuando ya tenía que dejar el
ordenador ella me dice de quedar al día siguiente
* Voz en off: ¿ y quedasteis? ¿qué edad tenías?
- Tenía 17 años, estaba encerrada en un centro de monjas
solo para chicas en Barcelona por mi “mala conducta” según mis padres… Y sí, quedé con ella… sin saber como era
físicamente, que edad tenía, no sabía nada… solo que tal vez ella pudiera
ayudarme a entender que me pasaba
* y… ¿cómo fue? ¿qué ocurrió?
- ¿quieres saberlo? Pues bien te contaré todo lo que pasó…
Habíamos quedado en la parada de metro Diagonal, en la salida… no sé cuanto
rato estuve ahí esperando y mirando a todas partes… pensé que la chica no
vendría… estaba nerviosa al mismo tiempo que decepcionada… así que decido irme
al centro de nuevo… pero antes giro la cabeza de nuevo por si acaso aparece…
nadie sale del metro y entonces… veo que hay una chica que lleva ahí sentada el
mismo tiempo que yo, también está impaciente y gira la cabeza como buscando a
alguien…me quedo quieta mirándole con duda… y me mira… hace un gesto extrañado
y se acerca tímidamente hacia mi, “¿eres la chica del chat?” y me quedo muda…
se hace el silencio en el mundo y pienso… no puede ser… es demasiado guapa… ese
pelo largo y rubio… esos ojos verdes… ese cuerpo tan perfecto… y yo he venido
sin arreglarme toda de negro, una minifalda rota y camiseta de tirantes, llevo
el pelo corto y despeinado y el piercing de la nariz se nota que me lo he hecho
yo porque llevo una especie de hierro doblado… ¿cómo voy a gustarle a una chica
así?
Me mira
vergonzosa y me pide perdón, “no, no, sí soy yo… ¿quieres que vayamos dentro?”
y con una enorme sonrisa me sigue hasta la cárcel de monjas… estaba tan
nerviosa que decidí llamar a la única amiga que había hecho dentro. Estábamos
en su habitación las tres… y nos ponemos a fumar… empezamos a reirnos y a decir
tonterias, nos lo estábamos pasando genial… su sonrisa era preciosa…no paraba
de decirme a mí misma… ¿cómo le vas a gustar?
Las horas
pasaron muy rápido y suena la alarma que nos avisa que hemos de bajar al
comedor para cenar… le acompaño hasta la puerta, me mira con los ojos
brillantes y con su enorme y bella sonrisa y me dice “lo he pasado
genial…¿quieres que quedemos mañana?” no sé que cara puse, seguro que de idiota
que estaba alucinando y no me lo pensé dos veces “sí claro” y oigo ¡Señorita
Luisa al comedor! Pongo mi cara de (que pesada) y veo como ella se va… voy
dando saltitos hacia la cena… me rio de todo… me siento feliz
Nadia volvió
todos los días de la semana, del mes, del año… habíamos vivido nuestro primer
beso entre mujeres, nuestras primeras caricias, nuestros primeros te quieros,
nuestros primero juegos bajo las sábanas… todo fue muy intenso y maravilloso…
nos escondíamos en la biblioteca, donde nos besábamos apasionadamente a
escondidas, me sentaba en la mesa y seguíamos besándonos, acariciándonos,
volviéndonos locas… íbamos a la sección donde estaba la biblia y arrancábamos
las hojas a falta de papel de fumar… subíamos a la habitación, escondíamos el
horrible cristo de madera que estaba encima de la cama, poníamos nirvana a todo
volumen y nos enredábamos en juegos de pasión, todo era perfecto
Una mañana
cuando iba a salir del centro para ir a la universidad, la monja de la entrada
me llamó… suspiró y me dijo “esa amiga tuya viene mucho por aquí… ¿realmente es
una amiga de la universidad?” asiento con la cabeza… ¿está intentando decirme
lo que creo que está diciendo? Veo que me mira muy seriamente y su tono de voz
se vuelve aun más serio y firme “ Sabes que si no fuera solo tu amiga sería
pecado ante los ojos de dios… que estarías haciendo el mal… Luisa eres una
buena chica, yo lo sé pero muy rebelde, no vas por el buen camino y sabes que
eso no es natural, tu forma de vestir, tus ojos pintados…eso no es de señorita…
y llevar a una amiga siempre a tu habitación tampoco lo es, así que no quiero
volverle a ver” Me lleno de ira, le miro con rabia, mi mundo entero se derrumba
y le grito con toda mi alma ¡Te odio! ¡te odioooo! ¿qué sabes tu del amor? Y me
voy corriendo
* Voz en off: ¿Entonces no volviste a verle nunca más?
- Ella se avergonzaba de ser lesbiana, no lo entendía… por
la calle no me dejaba cogerle de la mano ni besarle, si íbamos en el metro se
alejaba de mi para que nadie sospechase que éramos novias… a mí me daba igual,
estaba tan enamorada que quería que el mundo entero lo supiera… pero ella no…
fuera del centro se acababa todo
Después de
muchos lloros y llamadas por teléfono el tiempo me puso muchos nuevos amores…
hombres y mujeres… hasta que llegó un momento en que lo tenía claro, nunca me
habían gustado esos hombres de verdad, me gustaban como eran, me parecían
guapos, me divertía con ellos y los quise pero jamás sentí lo que había sentido
por aquella adolescente de 17 años… Así que es ahora, a los 30 años cuando por
fín digo… ya sé lo que me gusta de verdad
* Voz en off: ¿ Entonces ya te defines como lesbiana?
- ¿Cómo lesbiana? Desde que he salido del armario hace unos
meses he vivido varias mini historias de amor y muchos enredos, todo siempre
muy complicado, mis nuevas amigas lesbianas han sospechado que soy hetero
porque no parezco supuestamente “la tipica lesbiana”, cosa que todavía estoy
intentando saber que es… entre ellas hay como códigos, la forma de vestir, de
actuar, movimientos, gestos, miradas… dicen que tienen un “radar lésbico” saben
quien es lesbiana con tan solo verla por la calle, nivel al que yo no he llegado todavía… la
mayoría de ellas están conectadas de una forma u otra, y las amistades parecen
ser diferentes…
Para mí todo esto es muy nuevo y parece todo un submundo que
aun estoy intentando comprender… así que iré contando todo lo que estoy viendo
y viviendo en esta fase de mi vida… El mundo como lesbiana
Estos textos deberían ser leídos en escuelas, institutos y universidades. El mundo como lesbiana no es fácil.
ResponderEliminarLa verdad que si,ya que muchos padres no lo aceptan en el siglo en el que estamos
EliminarGuauuuuuuuu, muy hermoso
ResponderEliminarme encanto
suerte con todo
y muchas gracias por compartir tu experiencia
Una historia muy bonita,pero a la vez triste,gracias
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