CAPÍTULO 1 : BUSCANDO LA SALIDA
Estuve
un año y medio con él, era un hombre perfecto, tan detallista… dulce… cariñoso…
me hacía sentir especial y las horas a su lado se me hacían minutos, me
encantaba salir y hacer actividades con él, la convivencia era perfecta, nunca
había peleas…
Cada mes
recibía un ramo de flores, escritos de amor, detalles preciosos… árboles
rallados con nuestros nombres… pero a más se esforzaba y me daba más triste me
sentía, me inhundaba un vacío enorme… yo le miraba fijamente mientras me servía
la cena con dibujos de corazones, cuando nos sentábamos en el sofá viendo
alguna serie… cuando se arreglaba para mí… no podía entenderlo, ¿qué me estaba
pasando? Si era tan guapo, tan bueno, tan perfecto… porqué no podía amarle…
porqué no podía darle mi alma y mi amor en un beso… porque no podía entregarme
bajo las sábanas… porqué no podía amarle…
Empecé a
sufrir ataques de pánico y una ansiedad horrible, busqué psicólogos que me
dieran alguna respuesta a lo que me estaba pasando… y aunque me ayudaron en
algunas otras cosas no supieron decirme que lo que me pasaba es que yo caminaba
por las calles dándome la vuelta al ver una mujer pasar, no supieron decirme que mis fantasías
eróticas no eran fantasías, sino deseos puros, no entendieron que cuando miraba
el pelo de mi compañera de universidad y recorría su espalda con mi mirada
hasta llegar a las caderas y bajaba la cabeza por vergüenza significaba que
ella sí me gustaba, que ella sí me atraía, quería besarle, sentir sus labios
carnosos bellamente perfilados con los míos, quería ser sensualidad bailando
bajo sus mantas, quería abrazarle y quedarme horas pegada a ella oliendo su
fina piel
Empecé a
darle vueltas en porque en los momentos de exámenes miraba a hacía todos los
lados menos al libro… al final acababa resignándome… “hoy no tiene examen”… y
cuando menos lo esperaba ahí estaba ella, con su pelo rubio despeinado, con su
sonrisa radiante, con su aire chulesco al caminar… mi manos sudaban, el corazón
me iba a mil por hora, y cualquier forma de sentarme era incómoda mientras le
veía llegar hacia mi… “hombre ¿qué tal?¿cómo te ha ido?” creo que solo
contestaba tonterías, me entraba esa estúpida verborrea que me hacía hablar
rápido de todo y de nada y encima sin vocalizar, “joder Luisa, otra vez…¿y así
pretendes que se fije en ti?”
Volvía a casa
contenta tras mis exitosos exámenes y todas las fantasías que había tenido en
el metro camino a casa se caían de golpe al oir su voz masculina preguntándome
qué tal… tenía que hacer algo… no podía seguir engañándole, merecía a alguien
que le amase como él me amaba a mí
La ruptura fue
muy difícil, me moría por dentro al verle sufrir, le acompañé en todo momento y
no le dejé solo, me convertí en su amiga, confidente, apoyo… Dejamos de vivir
juntos pero seguiendo siendo amigos… todo el mundo me decía que eso no es
posible… que cuando dejas a alguien has de dejarle por un tiempo para que todo
se olvide…que no se puede crear una amistad tras una ruptura… por suerte todos
se equivocaron
Mi mente de
nuevo pensaba en ella… no sabía si tenía pareja, por suerte sabía que sí era
lesbiana pero ¿cómo podía acercarme a ella? faltaba mucho para los próximos
exámenes… quería verle… lo necesitaba, tenía que hacer algo. Si quisiera
preguntarle o saber algo de ella ¿cómo podía hacerlo? Mi falta de experiencia
buscaba mil ideas, a cuál peor, hasta que un día me hice otra pregunta… “¿cómo
pueden ponerse en contacto las demás mujeres entre ellas sin pasar por el miedo
y la vergüenza? Y ahí lo ví claro… ¡Facebook! Sí era genial, podía crear un
perfil donde chicas que como yo quisieran preguntar, saber o mandar algún
mensaje a la mujer en la que pensaban pudieran hacerlo de forma anónima. La
primera pregunta de Facebook…nombre y apellidos… no tuve ni que pensarlo
“legustas aunachica”. Recibía muchos mensajes al día, de unas a otras… viendo
las preguntas, las respuestas, alegrías, decepciones
Necesitaba algo más para llegar a ella antes de preguntar nada… Hacía
tiempo que no quedaba con las que habían sido mis amigas lesbianas años atrás,
recordaba esos momentos y me entraba nostalgia, nos habíamos separado por
diferentes circunstancias de la vida y quería volver a tenerlas, mientras
esperaba las malditas respuestas de ellas en especial de Julieta para poder
volver a vernos pensé… ¿ y si hago que la gente pueda tener un grupo como el
que yo tuve? Y ahí cree el grupo de wassap
Las
chicas del Facebook no paraban de mandar sus números en privado, rápidamente se
alcanzó es máximo permitido para grupos, ahí ví que como yo muchas más
necesitaban un espacio donde ser ellas libremente, hablar, conocerse… ser ellas
sin ningún miedo
A partir de
las diez de la noche lo llamábamos “la hora hot”, me parecía súper divertido
todas colaboraban, decían burradas, mandaban fotos, una empezaba a inventarse
un relato erótico y otra seguía…era tan libre, tan abierto, tan real…
Necesitaba a
la chica de la uni, tenía que hacer algo y a falta de ideas ahí estaba el grupo
de wassap, imaginad cincuenta mujeres lesbianas diciéndote que hacer…una
locura… hasta que al final dije… ¿quien está detrás del Facebook de legustasaunachica?
Si yo, pero… ¿era ético? “No mejor no lo hago… ay pero me gusta… venga va no lo
pienses y pregúntale, y ¿qué le pregunto? A ver… quiero saber si está soltera,
sí eso, y si está abierta a conocer gente… nada más, ¡para! No preguntes nada
personal, no está bien” No sabía si iba a contestar la verdad y a medida que
pasaban los días pensaba que lo que había hecho era una completa estupidez, me
sentía como una adolescente, no sé nada de nada, no sé como se hace… como se
liga… como te acercas, que dices… ¡nada! Y voy le pregunto por un estúpido
Factbook que si tiene pareja, así de la nada
Me pasaba
horas hablando con las chicas del wassap, me encantaba leerles, contaban
experiencias, historias, podíamos hablar de todo, parecía un grupo de terapia
muchas veces, todos apoyándose las unas a las otras, pero todo se reducía a
palabras… era la primera vez que tenía wassap y al principio estaba bien pero
después cuando levantas la cabeza del móvil no están…y sí.. ¿ y si hago una
quedada? Sí claro, podíamos conocernos en persona, eso sería genial… así que
rápidamente entre en Factbook y ¡mensaje! Oh sí es ella, la chica de la uni,
que pone, ¡que pone! Síiiii, no tiene pareja y está abierta a conocer gente…
que ¿quién soy? ¡ostras! Eso no lo había pensado… bueno si he sido anónima para
todas también lo puedo ser para mí… corre agrégale y habla, a ver que pasa…
Era genial,
hablamos como si nada de la universidad… la carrera… hasta que dijo “si quieres
un día quedamos y tomamos un café” ¿un café? Si claro, por dentro la loca de mí
daba saltos de alegría, sí, sí y sí… espera, espera… está escribiendo “ahí te
dejo mi número y cuando te vaya bien quedamos” Más saltos de alegría dentro de
mí, no tarde mucho en poder quedar… dos días, ¿tres?
Se acercó a mi
casa con el coche, yo salí como si nada con ese gran disimulo que creo que
tener o intento fingir, los dos besos fueron muy rápidos, no sé que me
esperaba… ¿qué fueran a cámara lenta? Venga va entra en el coche… nos dirigimos
a la maquinista…un centro comercial…paseamos…hablábamos… ¡dios! ¡es tan guapa!
Guapa no, ¡preciosa!, creo que estaba roja como un tomate pero seguía con mi
disimulo de “va, esto es un café” Empezó a hacer frío y ella quería ir al coche
a buscar su chaqueta así que fuimos al parking ¡Luisa por dios no le mires ahí!
¡que vergüenza! Imagina que nos pilla… mientras mi subconsciente y yo
peleábamos el coche no aparecía… una hora y media buscando el coche, el cual me
dijo como diez veces de que color era y el modelo y las diez veces me olvide de
él… ¡es tan guapa! ¡tan lista, tan inteligente, tan todo! Por fín, el maldito
coche aparece, se pone la chaqueta y acabamos sentadas en unas escalera… “ me
gustaría ser una soltera feliz… es todo muy complicado… no estoy en mi mejor
momento…” No entendía bien que quería decirme, y no me atrevía a preguntarle,
no quería entrometerme en sus cosas privadas… intentaba poder comprender que le
pasaba… tenía cara de cansada, no sonreía, parecía triste… me daban ganas de
abrazarle pero mientras mi mente lo imaginaba mi cuerpo estaba en modo estatua,
intentaba ser objetiva y aconsejarle de buena fe sobre algo que no tenía ni
idea, hasta que dijo “ si algún día encuentras una normal me lo dices” para
después decir “bueno puedo presentarte alguna amiga o si conozco a alguna te la
presento”… ¿qué? ¿cómo? La loca que bailaba dentro de mi, metió la cabeza en un
cubo de agua helada, me miro con cara de enfada y se dio la vuelta con brazos
cruzados… Entonces… ¿no le he gustado nada de nada? La despedida no fue nada
del otro mundo… vinieron unas amigas suyas a buscarle para irse a una fiesta,
dijo de acompañarme… mis subconsciente, la loca y yo estábamos de acuerdo en
dejarle disfrutar e irnos a casa con la cabeza agachada
-
¡lore! ¿ya estás en casa?
-
No, nada… bueno sí que quedé con la chica de la
uni
-
¿y? ¡una mierda! ¡una mierda pero bien grande!
Que si tiene alguna amiga ya me la presentará
-
Bueno va Luisa no te ralles, es la primera vez
que quedáis, tú ahora arréglate que tardo poco en llegar y nos vamos por ahí
No me gusta
salir de fiesta, me duermo, soy de hacer cosas de día, pero quería mucho a
Lorena, hacía poco que había vuelto a
España y se merecía que yo hiciera lo que ella quisiera, hasta ir a una
discoteca tras mi desilusión de música que no me gusta. No me arregle mucho la
verdad, y junto con otro amigo, los tres fuimos a bailar… entramos y ¡no había
nadie! Cuatro gatos, todo hombres y heteros, excepto dos gogos que apenas
llevan ropa y a las que no quiero ni mirar, menos más que al menos han puesto
una versión de Pink
Baila , va,
intenta alegrarte, hazlo por tu amiga… Venga sí.. ya lo siento, la música me
invade, Sergio y Lorena están ahí dándolo todo, los miro y no puedo evitar
reirme y contagiarme de su energía, parece que cada vez ponen mejor música… me
duelen los botines…¡no, no hay dolor! Soy yo… ¿o esto se está empezando a
llenar? Parecemos tres cabras en medio de la pista, nuestro buen rollo se
contagia, la gente es maja y justo ahí en ese momento en el que los botines si
duelen de verdad, y busco o algún sitio donde apoyarme, veo una mujer preciosa,
llena de tatuajes, con ojos azules, morena… ¿me sonríe a mi? Claro que sí , estoy
en una discoteca, bailando, riendo… es normal… Me apoyo en una barra, no puedo
más ¡malditos botines! ¿cómo hará Lorena para bailar con tacones? Mientras
estaba en mi estúpido dilema de zapatos a las cuatro de la madrugada y sin
ninguna gota de alcohol, la morena de ojos azules se me acerca sonriendo
mientras pienso por dentro ¡que guapa es, tenía que ser hetero! Me coge de la
mano y me saca a bailar, me entran calores, me pongo roja, no se como se baila
esta música… baja sus manos a mi cintura y lentamente se va acercando más a mí,
empiezo a estar confusa, intento no mirarle fijamente, no entiendo nada y si le
miro se va a notar que estoy nerviosa, ella está de buen royo ahí bailando
conmigo, pero… ¿sus manos? ¿por qué me está mirando así? Se acerca a mi oido y
me dice “eres preciosa, me pareces muy guapa” sinceramente no sé ni lo que respondo,
¿gracias? Ahora si estoy confusa, será porque también llevo tatuajes y un
estilo muy parecido al suyo… Creo que no podemos estar más pegadas la una de la
otra, ella me dirige a mí , me tiene fuertemente agarrada, me está mirando de
una manera muy segura y sensual, le miro los labios, humedezco los míos sin
darme cuenta, vuelvo a mirarle y justo en ese momento me besa, sube una de sus
manos a mi cabeza, la agarra y sigue besándome, todavía no puedo creerme que le
chica hetero de tatuajes me esté besando… se aleja de mis labios, para de
bailar, me mira y susurra… ¡me encantas! Y se va dando un vuelta mientras baila
como si nada. Si ahí estoy yo, en medio de la pista, con cara de idiota,
disfrutando del momento sin entender nada, pero me encanta
Vuelvo con
Lorena y Sergio y sigo bailando, la chica de la uni viene de vez en cuando a mi
cabeza pero le digo a mi subconsciente que me deje en paz, que no hay nada que
hacer y que si no ha visto lo que acaba de pasar, al final se rinde y me deja
bailando de nuevo. Unos brazos rodean mi cintura… por la suavidad en que lo
hace es ella… me dejo mirar… pega su cuerpo de vuelta con el mio y siento su
respiración en mi cuello ¿hay algo más sensual? Nos movemos al ritmo de la música
así… cuando vuelvo a abrir los ojos veo que Lorena tiene una sonrisa de oreja a
oreja mientras mueve la cabeza diciendo sí…
El brazo de tatuajes gira mi cuerpo
poniéndome frente a ella, mirada con mirada mientras nos deslizamos lentamente
por la pista, no hacen falta las palabras, podría estar horas así, me acaricia
la cara, me tiene dominada, sabe lo que hace y sabe que soy nueva en esto, con
uno de sus dedos rodea mis labios y juega con ellos, mi mirada baja lentamente
hacia un lado, no sé como lo hace pero lo hace… ladea dulcemente su cabeza
buscando mi mirada perdida consiguiendo atraerme hacia sus profundos ojos
azules y vuelve a besarme, lenta, muy lentamente, de una manera tan sensual y
profunda… y siento lo que hacía años no había sentido, era un momento mágico,
era yo en estado puro, era la yo liberada…
Las horas
pasaban y se acercaba el final, tenía que conseguir su teléfono, había sido muy
mágico, me había encantado, quería más de eso, quería más de ella, necesitaba
urgentemente a Lorena , y sin que yo le dijera nada ella ya había conseguido el
teléfono, ¡eres la reina amiga! Una profunda mirada felina, una lenta y hermosa
caricia de manos y me deja ahí en medio otra vez, se gira, me sonríe y
desaparece por la puerta ¡ wow no podría haber sido mejor!